Fútbol, "el deporte rey"
Un estudio realizado por Ignacio Calvo García (2015), sobre las disfunciones informativas en los principales diarios deportivos del país: Marca, As, Sport y Mundo Deportivo, demuestra como España ha creado una gran sobreinformación de fútbol con un 92% de sus noticias dedicadas a este deporte y dejando un 8% de espacio para el resto. Pero fútbol no en su conjunto, una sobreinformación de los dos clubs más seguidos Real Madrid y FC Barcelona con un 65% mientras que el 13% restante para los demás equipos de la Liga BBVA.
Otra investigación realizada por el periodista y profesor de la Universidad de Sevilla, José Luis Rojas Torrijos (2012), que estudia seis medios de referencia en España, tres deportivos (Marca, As y Mundo Deportivo) y tres generalistas (El País, El Mundo y ABC) refleja el espacio y la importancia que se le da al fútbol por encima de los demás deportes. Esto ha ocurrido por su gran rentabilidad y el gran interés que desde el principio este deporte generó entre los espectadores. En este análisis de siete semanas, se pudo observador como en los periódicos de información general, de las 160 páginas de noticias dedicadas a deportes, el 61% del total eran de fútbol, mientras que el resto de disciplinas juntas sumaban un 39%. Por otro lado, en los periódicos deportivos el fútbol suponía un 67% y el resto de modalidades deportivas un 33%.
“La hegemonía del fútbol arrincona a casi el resto de modalidades que, salvo casos puntuales y extraordinarios, quedan desplazadas de la agenda mediática y, a lo sumo, ocupan pequeños espacios con lo que poder hacerse algo visibles. De hecho, esta supremacía es tan indiscutible que solo se pone entredicho temporalmente cuando aparecen y eclosionan grandes figuras nacionales en otros deportes, como ocurre en España con el tenista Rafael Nadal, el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso o el jugador de Baloncesto Pau Gasol. Los éxitos de estos deportistas movilizan y animan al público a buscar información y demandar opinión y análisis de una materia alejada de los campos de fútbol, lo que suene traducirse, a corto medio plazo, en una mayor atención periodística a estos deportes”. (Rojas, 2012: 84).
En esta misma línea, De Moragas (2007: 10-11) da algunos ejemplos de cómo el fútbol y los deportes en los medios de comunicación se han convertido en todo un negocio que busca un beneficio por encima de mantener informado al espectador:
Los horarios de las competiciones están planificados en base a los intereses de las parrillas de programación televisivas y no a los intereses de los deportistas ni a los de los espectadores que asisten al estadio a presenciar estos acontecimientos o encienden el televisor para visionar los encuentros.
"Los fichajes de los jugadores ya no están basados únicamente en la calidad de éstos, sino que también influye su incidencia en el merchandising y en las audiencias televisivas internacionales".
Por todo esto, es indiscutible no decir que el periodismo deportivo depende en gran medida del “deporte rey” y ya no tanto por el deporte en sí, sino por el espectáculo que lleva detrás. El fútbol se ha convertido en un espectáculo televisivo y una apuesta segura por las empresas de comunicación que buscan el máximo beneficio aunque no siempre signifique dar información relevante o de calidad deportiva. De esta forma, se prioriza espectáculo a la información.
Derbi entre el Pozo de las Nieves y el Conquesen femenino. Foto B. Moragón
